Presentación Colección Mango Invierno 08/09

La moda conquista el circo.

Algún payaso despistado, piruletas de parmesano y una noria de luces en un photo call que destellaba caras conocidas. Mimos que repartían champagne (que no cava), quioscos de los que sirven hamburguesas y globos que dan formas a flores y sombreros. Ayer en el circo no asomoban los nenes que estiran a sus papis y tampoco salían rujidos de jaulas peligrosas. Eso sí, ayer, el circo, mantenía la misma esencia de siempre: caras de expectación y revuelo por la actuación. Se presentaba colección Romance de la firma barcelonesa MANGO para el invierno 08/09 que esta por llegar.

MANGO se adapta a los tiempos que corren, al mundo de vivir el ahora y presenta lo que veremos en las perchas de sus tiendas repartidas por todo el mundo de aquí a menos de seis meses y, además, lo retrasmite en directo por su web. MANGO se adapta a la ciberrealidad, al mundo 2.0. Las caras conocidas llenan los primeros palcos y la peque de las Cruz se pasea por el circo como por casa. Tras un número acrobático y un payaso que nos da la bienvenida empieza el desfile. Una escalera de pantallas de leds que emiten luces de colores convierte el escenario en una pasarela singular que al son de Hercules & The Love affair y demás temas contemporáneos nos mostrára lo que MANGO venderá después del verano. La colección empieza de blanco, con una Lily Cole, que con tan sólo dos escalones transporta el desfile al nivel más internacional. Guantes finos largos, medias blancas, plataformas doradas y pulseras grandes de madera. A partir de aqui vemos una adaptación del invierno pasado con lo nuevo de la primavera. Flores en colores más fuertes, morados intensos, verde botella que colorea medias tupidas y botines remasterizados de color oscuro y grandes tacones de madera. Sheila Martinez pasea un palabra de honor negro con los pasos de las grandes y una modelo de color y otra japonesa dan el toco global de la marca que hoy opto por una estética con maquillaje pronunciado (grandes rayas negras en los ojos) y pelos estufados, lo que remite vagamente a la ya saturada Winehouse.

Durante veinte minutos se muestra lo que podría ser una revuelta a nuestro armario de siempre. Tweed, cuadros escoceses, faldas tubo más largas de lo habitual, colgantes grandes, cinturones grandes, pero ahora más subidos (casi debajo del pecho) y que encierran las superposiciones de punto y algún que otro detalle amarillo y camisas vaporosas azules. Sandalias Pee-toe con medias, bolsos grandes y lazos que remarcan la figura sugerente de la mujer. Mantienen las plumas, el encaje y los volantes para los looks más elegantes y el juego negro dorado para los modelos nocturnos. Nos remiten al Hollywood de los 50 y a la elegancia de las musas de Hitchcock. Para ellos, se ve punto, juego de superposiciones, americanas de terciopelo negro, chaquetas y chalecos hinchados y brilantes, pantalones morados y botas por encima de los vaqueros que les dan un volumen extraño.

En general, «He» reinterpreta los básicos para ellos. Pocas novedades sugerentes, pero si un dominio de lo que hay en la calle. Nada que sorprenda, pero si una línea coherente con su estética. Bebe de lo visto en las grandes pasarela y lo transforma al mundo más comercial, dando como resultado un look muy vendible. Y todo presentado como una gran firma. El final acaba como G-Star nos tiene acostumbrados, con todos los modelos dispuestos en la escalera que desaparecen a modo de cuenta gotas, un aplauso correspondido, un saludo del señor MANGO y una posterior cena cocktail donde las celebrities y la Cole paseaban como si nada entre perritos calientes y delicias de guisantes.

Para cerrar la velada, una Blondie que sigue bailando como siempre pero con un tono menos potente y unas Queen of Noise que revolucionaron la función. MANGO conquista el circo como los grande. Llena y cumple expectativas: una colección que no rompe pero que triunfará como las palomitas. Y es que ayer MANGO conquistó el circo.