Maravilla contemporánea

Sincronías, silencios que se hablan, manos que hablan, cuerpos que se deslizan. Metalenguajes, postmodernidad y metareferencial. Memoria, imaginación, saltos de tiempos. El que observa, el que cuenta, el que retrata. Vestuario excelente (enhorabuena Octavia Málette, nos quitamos el sombrero) colores puros y lo nostálgico mezclado con el más puro futuro. La idea del cuerpo humano, a través de los años, cómo contenedor y como contenido. La conciencia de uno mismo y una oscuridad suprema que parpadea de manera constante durante la pieza. Cambios de ritmos que sorprenden de la mejor manera posible. El que observa, el que observa hasta confundirse. Una bolsa de plástico y 12 intérpretes excelentes. La Veronal, una de las compañías más jóvenes, heavys, contemporáneas o mágicas que tenemos la suerte de tener en nuestro país. «Siena» o cómo el sublime recorre las diferentes etapas de lo bonito. Belleza bailada, narrada y observada. Enhorabuena Marcos Morau, ¡Grande!