Entrevistamos a la fundadora de “The Experialist”

Betsaida Fernández es emprendedora, ambiciosa y tiene las ideas muy claras. Quiere convertirse en la wedding y event planner de referencia para todos aquellos que buscan eventos out of the box, por eso ha emprendido un viaje, The Experialist.

Su experiencia en el sector moda, tanto en agencia como trabajando para grandes marcas de la talla de Mango, H&M o Desigual la ha llevado a pensar que sería buena idea trasladar ese aire alternativo tan característico de la moda al sector eventos.

En su web deja muy claras sus intenciones, organizar eventos especiales y personalizados, crear ese estado de euforia en el que todo es perfecto a tu alrededor y quieres alargarlo al máximo en el tiempo. Bodas, pedidas de mano, fiestas de cumpleaños, eventos corporativos, despedidas de soltero/a y cualquier otro tipo de evento siempre que quieras que sea memorable y, sobre todo, diferente.

– ¿Cuándo eras pequeña con qué profesión soñabas? ¿Y de mayor cómo te imaginas?

¡Quería ser Indiana Jones! Un día le pregunté a mi padre: -¿Cómo se llama a lo que se dedica Indiana Jones? Y me contestó: – Es arqueólogo. -¡Pues quiero ser arqueóloga de mayor! – le dije. Entonces mi padre empezó a enseñarme documentales de cómo se desentierran huesos de dinosaurios y tinajas romanas, y vi que allí no había ni bolas gigantes que ruedan, ni malos de los que escapar en jeep, ni romances. Así que me di cuenta que eso no era lo mío.

De mayor, simplemente quiero seguir siendo joven. Soy un poco Peter Pan, qué le voy a hacer. Siempre digo que de viejecita quiero seguir haciendo ballet y zumba (o lo que se lleve en 2050), seguir bailando con mi marido, seguir viajando por el mundo con mis Salomon y probar todos los sabores de helados que se me pongan por delante.

– ¿Por qué te sentiste atraída por el mundo de las bodas y los eventos?

Siempre me he dedicado al Marketing y he trabajado durante muchos años en el sector moda, donde ya organizaba y asistía a eventos, pero destinados al gran público y a los medios. Y me di cuenta que en realidad esa era la parte que más me gustaba del Marketing, porque es cuando la marca se vuelve real, el público entra en contacto directo con su personalidad y se despiertan emociones. Después llegó mi boda y entendí que me gustaba aún más esta faceta, la de los eventos sociales, porque se trata de algo mucho más personal y entrañable.

– ¿Te imaginabas con un proyecto propio?

Lo veía lejos y aún me queda mucho por hacer, pero la verdad es que siempre había dicho que, en cuanto me surgiera la oportunidad, quería tener mi propia empresa. Algo que sintiera mío, un proyecto por el que luchar, y que me diera el espacio vital que necesito para desarrollarme también como persona privada. Y los que me conocen no se extrañaron nada cuando les expliqué mi decisión. Algunos incluso me dijeron: -¡ya era hora!

– ¿Cuál es el evento que más te ha impresionado?

En realidad cualquier evento es un éxito si los asistentes se sienten afortunados de haber asistido. Pero a mí me gustan especialmente los eventos que emocionan o tienen un trasfondo bonito. Por ejemplo, en su día me gustó mucho la Kiss Party de Desigual, porque, independientemente de si cumplieron sus objetivos o no, era una celebración del amor con mucha marchita.

– ¿Qué tiene que tener un evento para ser un éxito? ¿Y una boda?

Para mí un evento, o una boda, tiene que ser una experiencia de vida para recordar. Como un viaje o un día en un parque de atracciones. Un viaje en el que haya momentos de sorpresa, momentos de estupefacción, momentos de relax, momentos de conversación, momentos de risas, momentos de espectáculo, momentos de saborear y momentos para emocionarse. Al fin y al cabo, un viaje ¿no es algo que recordamos para siempre, que nunca es igual, que tiene poco sentido explicarle a alguien que no ha estado allí y que intentamos captar en fotografías para volver a rememorar lo que sentimos en aquellos instantes? Pues para mí un evento con éxito tiene algo de eso.

– ¿Y la boda que más te ha emocionado?

Todas. Si no eres una persona que se emociona en cualquier boda en algún momento, no creo que tu profesión sea la de wedding planner. Porque al final se trata de empatía. Si eres capaz de ponerte en el lugar de la novia, del novio, de la madre o del padre, y entender la importancia del momento, podrás hacer felices a tus clientes.

– ¿Cómo definirías lo que es un evento out of the box?

Para mí un evento out of the box es el que se centra en los sentimientos y en las emociones, como ya he dicho antes, no en las frivolidades. Y eso no quiere decir que no haya que prestar atención a los detalles, sino que cada detalle debe tener un porqué y servir para el objetivo primordial, que es crear una experiencia para recordar. Como propongo en el manifiesto de The Experialist, un experiencia o un evento out of the box, es aquel que te hace sentir privilegiado por formar parte de algo que ha sido ideado sólo pensando en ti, es el deseo de parar el reloj para vivir el momento con más detenimiento, es ese agotamiento de haber vivido, visto y sentido tantas cosas al acabar el día, que te hace dormir como un bebé.

– ¿Has soñado alguna vez en cómo sería tu boda?

Sí, ¡muchas veces! De hecho, estoy ya casada y mi boda fue como nosotros quisimos: una fiesta entre amigos donde nadie quería irse a casa. Pero en realidad, si me casara de nuevo, lo haría de otra forma. ¡Me encantaría poder casarme cada año para hacer una fiesta totalmente diferente cada vez! Porque eso es lo que me gusta de esta profesión, intentar buscar formas diferentes de hacer que la gente se lo pase bien.

– ¿Si te pedimos que organices una boda diferente, en un lugar paradisíaco, con los invitados justos y que lo más importante es que los asistentes se rían, qué nos propondrías?

Cada público es diferente y no todo el mundo se ríe con las mismas cosas (hay que tener cuidado con eso, especialmente nosotros, los españoles, que somos mucho de la guasa), pero ¿quién dice que en una boda no pueda haber una cama elástica, una pesca al patito de goma, un open bar flotante nocturno, un espectáculo del Cirque du Soleil, un trivial de los recuerdos, una master class de salsa, un tiovivo o un premio al mejor jugador de limbo? Hoy en día las formalidades pueden dejarse a un lado y lo importante es conocer bien los gustos de los invitados para poder hacerles divertirse.

– ¿Con qué otros profesionales formas equipo para llevar a cabo “The Experialist”?

Por el momento The Experialist es Betsaida, pero tengo a mi alrededor colaboradores y proveedores de confianza que hacen posible que mis ideas se vuelvan realidad. Al fin y al cabo, cada uno es especialista en lo suyo, y mi trabajo es idear el concepto, diseñar la imagen global, dar coherencia a los elementos del evento, inventar, proponer, organizar y planificar. En definitiva, mi función es diseñar un evento a medida del cliente y hacer que todo salga rodado.

– ¿Webs o revistas de referencia del mundo de los eventos?

Los blogs de event planning más conocidos probablemente sean Event Manager Blog o Special Events, pero están más enfocados al público profesional. Si hablamos de blogs o revistas de bodas, hay millones, pero a mí me gustan especialmente aquellos que aportan una visión un poco más alternativa del sector, como por ejemplo la francesa Bippity Magazine o el blog inglés Rock n Roll Bride. Algo más tradicionales, pero con un toque especial son Green Wedding Shoes o Nouba.

– ¿Pasos de futuro?

Por el momento afianzar el negocio. Pero lo que me encantaría es encontrar clientes que pidan eventos alternativos y diferentes y, no sólo organizar eventos aquí en España, sino también en mi querida Italia. Es mi segundo hogar y allí hay lugares espectaculares para celebrar todo tipo de eventos.

Fotografías: Núria Cienfuegos Subiranas