El Mira Festival 2017 nos ha dejado absolutamente abrumados y emocionados. El Mira es inmersión en artes digitales, es descubrir nuevas propuestas musicales experimentales acompañadas de visuales que hablan el mismo idioma que las imágenes, es bailar y contemplar, es disfrutar de bandas con una larga trayectoria y de artistas referentes de estilos diversos.

Si nos sigues, sabes que nos encanta el Mira y que no faltamos desde el 2013. Si no te lo crees y tienes tiempo, te invitamos zambullirte en los enlaces de las ediciones de 2015 y 2016. Tampoco quisimos perdernos el Mira Berlín. Siempre nos ha interesado mucho el equipo que está detrás, por eso entrevistamos a su programador musical, Pere Martí, y a los creadores de su gráfica desde hace años, Devicers. Y así llegamos a la séptima edición del festival Mira, que se caracteriza por una programación musical cercana a la música experimental y con una presencia muy importante de las artes visuales.

Todos los shows musicales fueron acompañados de visuales y disfrutamos de 4 instalaciones de gran formato y shows en la cúpula Dome. Este año como novedad y para los amantes de la música de baile, un espacio de sonido 3D con sesiones y directos ininterrumpidos. Y es que la organización del festival llevaba tiempo intentando conseguir un segundo espacio para la programación musical y crear así esa sensación de festival, de escoger en todo momento lo que vas a ver. Para ello la instalación de 32 altavoces distribuidos por el techo y los laterales no podía ser más acertada. Fábra y Coats se vistió de arte digital, innovación y propuestas interesantes, la antigua fábrica textil de Sant Andreu nos sorprende cada año con espacios nuevos que el festival usa para provocar nuestros sentidos.

Otra de las novedades que nos conmovió fue la jornada inaugural del día 7 de noviembre en el Auditori donde disfrutamos de un viaje por los bosques mágicos y las atmósferas audiovisuales de GAS, uno de los nombres más importantes de las historia de la música ambient.

Ana Drucker, responsable de la programación visual del festival, planteó cinco instalaciones inmersivas, una sonora y cuatro audiovisuales. También conferencias 100% dedicadas al arte, al diseño y al desarrollo digital. Cinco conferencias que demostraron el grado de innovación dentro del diseño gráfico, el gaming y el arte digital.

El Mira ha vuelto a demostrar que tiene una mirada puesta en el arte visual digital, que muchos otros festivales de música no tienen o empiezan a desarrollarla pero acaban relegándola a un segundo plano y para el Mira es primordial. De hecho, el objetivo desde la primera edición siempre ha sido que la programación visual esté a la par que el contenido musical.
Intentamos ver todos los shows audiovisuales que pudimos y este año nos sorprendió James Holden y su banda con batería y saxo. The Bug, que es un mito de la música dub, junto a Dylan Carlson, el guitarrista de The Earth, un grupo de drum metal. La conjunción de ellos dos y el directo que ofrecieron fue brutal. Descubrimos a Julianna Barwick y su maravillosa voz y a Espinoza que abrió el Mira el viernes y nos sorprendió con un directo arriesgado y sincero, un show audiovisual con un sintetizador modular acompañado en el escenario de las visuales de Volàtil Visuals.

El escenario principal cerró tanto el viernes como el sábado con un DJ set para terminar la jornada bailando. El viernes el elegido fue I-F, uno de los mejores DJ de italodisco y electro de la historia de la electrónica acompañado por el vj Jorge Cuimbre. El sábado el turno fue para el chino Tzusing que es un productor nuevo y pincha de manera impecable, acompañado de las visuales de Onionlab. En definitiva, un Mira Festival arrollador, un festival del que cada año nos enamoramos un poquito más, y se trata de un amor sincero y auténtico, de esos de los que quedan pocos.