Kipling desde 1987 con amor desde Amberes

Kipling empezó como una aventura salvaje. Unos amigos se enamoraron del nylon como material. Por su versatilidad, potencialidad y creatividad. A partir de una experimentación y a base de prueba y error dieron con el resultado perfecto: bolsas y todos sus derivados. Hablamos de 1987, estaban en Amberes y como nombre escogieron el apellido del autor del famoso libro “El libro de la Selva”, Rudyard Kipling. Desde entonces han crecido con cabeza, se venden en más de 90 países diferentes y cada dos segundos se cuenta una venta de alguno de sus productos en algún lugar del planeta.

Ahora están mirando nuevas perspectivas de futuros. Con más ganas que nunca y con la intención de redibujar sus clásicos. Darle una nueva mirada a aquellos bolsos, mochilas, sacos y carteras de siempre, pero con un toque 2020. Se trata de su nueva colección, para el otoño invierno que llega, y celebra el arte de hacer las cosas con amor, con cabeza y con un buen equipo.

¿El objetivo? El mismo que desde su origen. Trabajar la funcionalidad de una manera elegante. ¿Cómo? A través de sus productos icónicos. Una vuelta a los clásicos. Una remasterización de una buena manera de hacer. Viajan a los noventa como inspiración, logotipos gráficos y la marca de gran tamaño. ¿Y qué encontramos?

“Art of busy”. O el encuentro perfecto de bolsos elegantes por fuera y perfectos por dentro. Sin ocupar en exceso tienen todo lo necesario para los que trabajamos de aquí para allá. Dentro, es un universo de bolsillos elásticos (nos encanta todo lo elástico que muta según las necesidades) para el ordenador, el agua, las revistas y todo los secretos de los trabajadores a día de hoy.

‘The Art of Gifting». Propuestas más festivas que brillan por sus destellos de purpurina y sus acabados metalizados. El gorila deviene a borla pompón. Kipling hecho sofisticación.

“Art of Style”. Aquí la marca colabora con Helen Lee, marca china creada en 2011 por Li Hongyan que desde Shangay ha conquistando la moda contemporánea. Se trata de la colección para la temporada que viene más independiente y atrevida con el llavero, toda una oda a la libertad y las telas autodiseñadas.

El arte de explorar. Perfectos para nómadas contemporáneos que se mueven de manera constante.  Mochilas de colores primarios y bolsos en tonos pastel con bolsillos necesarios y un peso nulo, perfecto para llevar lo que sea.

Y, por último, tal vez, nuestra favorita. “Art of be seen”. Revisita los clásicos para los más pequeños con reflectores en sus bordes exteriores. Así la clásica mochila Seoul añade una visión de futuro con una cinta LED perfecta para recorrer las ciudades.

Toda una declaración de intenciones para la marca belga que tiene muy claro que la innovación debe ser constante y la cretiviad el gran hilo por donde tirar para sus colecciones y presentación de las mismas.