La Bomba del Tiempo

En todas las grandes capitales mundiales encontramos coincidencias. Una de ellas son los lunes, odiado día por la mayoría de trabajadores que abandonan los placenteros días de fin de semana por la llamada cotidianidad… pero los hay que son transgresores, y que deciden darle al primer día de la semana un ritmo diferente, que les inspire el resto de la semana. En Barcelona pueden ser los Nasty Mondays, pero en Buenos Aires no hay nada que le arrebate a La Bomba del Tiempo su calidad de agitador del lunes.

Situado en una remodelada fábrica de aceite de 1920, el Konex es uno de los espacios culturales más impresionantes de Buenos Aires, donde se dan cita semanalmente las mejores propuestas artísticas de la ciudad.

Pero los lunes son sinónimo de Bomba del Tiempo. Una selección de alrededor de 20 increíbles percusionistas que este año cumplen 10 años de show, que durante dos horas hacen vibrar a un público variopinto dispuesto a desafiar convencionalismos.

Esta armada de percusionistas practican la improvisación dirigida, utilizando un sistema de aproximadamente 70 señas hechas con las manos, los dedos y el cuerpo, con las que el director va coordinando el transcurso de la improvisación indicando los cambios de compás, figuras musicales, dinámicas, ideas de forma, repeticiones, modulaciones rítmicas y demás conceptos musicales. Así, cada pieza se construye a medida que avanza, y surge el diálogo musical y gestual, entre todos los músicos, el director y el público, convirtiendo la actuación en un “monstruo” vivo que no sabes para donde puede tirar en cualquier momento.

El resultado final es una conjunción única que quieras o no, te empieza a introducir en otro estado a través de ritmos tribales hipnóticos… creando un penetrante ritmo que empieza a ascender y ascender que se convierte en un delicioso mantra para aquel que se quiera dejar llevar, que somos todos los que vibramos allá, porque no, no le tenemos miedo a los lunes.

Y así durante dos horas, este dream team de percusión criolla hace estallar una Bomba expansiva que te rodea y transporta, que me recuerda más a mi playa de Benirrás en Ibiza (donde todos los domingos se rinde tributo al sol con una conjunción de tambores) que al cemento del centro porteño.

Una energía maravillosa para empezar la semana. ¡¡¡Gracias Bomba!!!