Sónar 2010

El Sónar llegó de nuevo, con él: los carteles en el barrio de menos ruido, los puestos que conquistan las aceras, los ingleses que flashean con gafas de sol multicolor, los «amigos» que hacen su agosto al son de monedas de euro, el espacio reducido para los skates y la gente que trata de entrar como sea.

El Sónar llegó de nuevo, con él: la gente que viene a comerse la ciudad, los fans de un grupo concreto, los que pasean sobre las aristas de la nostalgia, los que van a saludar amigos y los que buscan el nuevo hit.

El Sónar llegó y fuimos, ¿te acuerdas cuando celebramos allá nuestro capítulo número 30?. Pues ahora ya hace muchas ediciones que vamos a buscar, mirar, observar, preguntar, bailar y sentir. Siguen como de costumbre y tan sólo nos dejan un día para ir a darse cuenta de que hay, pensar y comunicar.

Aun y así saludamos a muchos y reímos como de costumbre, escuchamos poco y bailamos menos, pero vimos que el Sónar sigue siendo el Sónar.