Dormir en un templo
Golden Temple Boutique (Siem Reap, Camboya)
Quien ha viajado a Camboya o inlcuso a Vietnam, ha dedicado dos o tres días de su estancia a explorar los imponentes templos de Angkor: desde Angkor Wat, el más grande y popular que aparece incluso en la bandera del país, pasando por el selvático Ta Prohm, conocido como el «templo de Tomb Rider«, y siguiendo por algunos de los más de 1000 restantes, cada cual más sorprendente, con un estilo particular y mimetizado con la naturaleza que lo rodea.
La historia de estos templos se remonta al siglo IX, cuando Angkor era la capital del imperio jemer. Durante más de 200 años, estos santuarios fueron abandonados y camuflados en la selva para evitar la invasión de los tailandeses, y con el paso del tiempo muchos de ellos quedaron ocultos entre raíces inmensas, árboles majestuosos y maleza. Fue un francés en busca de mariposas quien los redescubrió por azar, y fue gracias a esta casualidad y a la convivencia en armonía de los templos con la naturaleza que se ha dado lugar a esta casi maravilla del mundo.
Mucho se ha escrito sobre ellos y no entraremos aquí en detalle, pero sí compartiremos la experiencia de un templo especial, un templo a la entrada de los templos donde alojarse. Se trata de Golden Temple Boutique, un hotel ubicado en el centro de Siem Reap, la ciudad más cercana a Angkor que alberga a los visitantes de la ciudad sagrada de los jemeres.
Como su nombre indica, consiste en un edificio majestuoso, con espacios enormes y techos altos que a la vez transmiten una sensación acogedora. Una jungla urbana muy bien cuidada da la bienvenida a paredes de piedra trabajada artesanalmente, muebles de madera robusta y pequeños detalles decorativos que recuerdan que estás en Camboya.
La piscina de la entrada, con una cascada relajante, ya invita a quedarse después de haber recorrido largos kilómetros entre selva y ruinas. Y el restaurante, justo al lado, satisface todo tipo de paladares, pues además de ofrecer una amplia carta de platos tradicionales y cócteles refrescantes, dispone de propuestas culinarias a las que estamos más habituados.
Las habitaciones sorprenden por su amplitud y por un servicio de limpieza impecable. Una cama inmensa decorada con pétalos y un amplio sofá te reciben con los brazos abiertos para caer exhaustos. Y, para culminar el día con relax total, una bañera de película, oculta justo detrás, te invita a un baño de sales interminable.
Mención especial merece todo el equipo que trabaja en Golden Temple Boutique, siempre al servicio de tus necesidades, atentos pero no invasivos, y con una sonrisa amable ante cualquier situación.
Nuestra recomendación: si tienes previsto visitar Angkor, después de caminar durante horas a pleno sol, y de recorrer la ciudad sagrada de cabo a rabo en tuk tuk, resérvate un día extra para disfrutar de este templo y de todos los lujos que ofrece. Merece la pena un momento de desconexión del bullicio de la ciudad para sumergirte en este maravilloso templo.
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