Entrevistamos al fotógrafo Arnau Blanch

Arnau Blanch es fotógrafo, nació en Barcelona en 1983, creció en un pueblo pequeño, cerca de Girona. Ahora vive y trabaja en Barcelona y lo combina con estancias largas en Colombia. Sus proyectos van de la fotografía documental que pone la mirada en los otros, a la fotografía más personal e íntima que habla de sí mismo, de sus miedos, adicciones, la familia o su trastorno de ansiedad.

Su último proyecto, “Twilight Zone” es una representación de los efectos psicológicos del opio en los sueños, un intento de trasladar una experiencia sensitiva al mundo de lo tangible. Lo expone en Wer-Haus y el próximo 15 de septiembre a las 20h tendrá lugar la inauguración que contará con el directo de Sunny Graves y las visuales de Mau Morgó.

Antes de empezar con las preguntas, queremos hacer una pincelada a la trayectoria del joven fotógrafo, su formación y los premios obtenidos. Estudió en el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya (IEFC) y se especializó en escribir sobre fotografía y ensayo fotográfico. Después, decidió seguir sus estudios en Nueva York en el International Center of Photography (ICP) y ahí fue donde se especializó en fotografía documental. Desde entonces sigue trabajando duro para encontrar un estilo propio. Su talento ha sido reconocido con numerosos premios de los que destacamos dos, seleccionado por el Joop Swart Masterclass del World Press Photo, y también galardonado con el premio Photoespaña al mejor libro del año por su proyecto Everybody Needs Good Neighbours  (expuesto en Nueva York, Brasil, Madrid y Barcelona).

Ahora sí, ¡empezamos!

– ¿Nos das 3 motivos para no perdernos tu próxima exposición “Twilight Zone” en Wer-Haus?

Hola a todos y antes que nada gracias por estar leyendo. Primero de todo diría que Wer-Haus es una galería de fotografía contemporánea que de la mano de Dani Pujalte está tratando de acercar un tipo de fotografía que antes tenía pocas posibilidades de encontrar espacios expositivos en una ciudad con una larga historia en fotografía documental. Así que más allá de mi exposición creo que es muy interesante tener a Wer-Haus en tu agenda para descubrir trabajos interesantes.

Twilight Zone es mi primera exposición individual en la que podréis ver un conjunto de imágenes abstractas complejas y tener la posibilidad de ver y escuchar el Live de dos buenos amigos, Simon Williams (Sunny Graves) y Mau Morgó, generarán una pieza de música e imagen con punto de partida el trabajo de Twilight Zone. Y también podréis ver y comprar, si queréis mis segunda publicación que ha sido preparada para la exposición. Tengo que dar las gracias especialmente a Ariadna Serrahima que me ha ayudado a conceptualizar y diseñar el libro durante el mes de agosto!

-¿Qué técnica has usado?

En una búsqueda por trasladar mi experiencia sensitiva al mundo de lo tangible y lo visible he jugando entre los límites de lo pictórico y lo fotográfico, emulando la propia construcción del origen de la fotografía matérica: el negativo. El cual he transformado y manipulado con una larga lista de cosas: opio, escáner, cristales, acetatos, acetatos de colores, anilinas líquidas, anilinas en polvo, acuarelas, jabón, lejía, alcohol, disolvente, soplete, pinceles, rodillos, cinta adhesiva, esprais, espátulas, rotuladores, laca, palillos, cúter, cuentagotas y tiempo.

-¿Qué ve el espectador en las imágenes?

Eso ya se lo dejo al espectador que decida por sí mismo. Creo que cada cual encontrará algo en las imágenes y en los infinitos detalles que encierran las piezas.

-¿Qué querías ser de pequeño?

Ni idea, tengo muy mala memoria y este dato mi cerebro lo borró. Crecí en una casa en el campo rodeado de gatos y perros. Me imagino que quería ser lo mismo que la mayoría de niños a esas edades.

-Háblanos de tu proyecto “Everybody Needs Neighbours”, ¿cómo surge? ¿por qué un fotolibro?

Creo que surge por la necesidad de reconciliarme con el pueblo en el que crecí y en el que he vivido más tiempo; Vilobí d’Onyar. Vilobí es un pueblo muy pequeño rodeado de grandes infraestructuras de transporte como el Aeropuerto Costa-Brava, l’Autopista del Mediterráneo, la línea del Ave y la Nacional II. Creo que todo ello a la par que nos hace estar comunicados con el mundo también nos aísla de los pueblos vecinos. Muros de contención, túneles, puentes, vallas … todo eso nos separa de nuestros vecinos y nos impide transitar libremente por la naturaleza que nos rodea. Al mismo tiempo Everybody Needs Good Neighbours ha sido un proyecto que me ha ayudado a entender un poco más de donde vengo y cómo, lo que me rodeaba, me afectó en cierta medida en mi carácter y personalidad.

El fotolibro es en la actualidad una de las mejores maneras de materializar un proyecto fotográfico. Con Everybody Needs Good Neighbours aprendí mucho de la mano de Eloi Gimeno, Kentaro Terajima y Sonia Fernández-Pan, las personas con quienes construimos el libro conceptualmente. El proceso fue intenso pero muy gratificante. Creo que esta publicación – sus páginas, el orden, la textura, el color, el olor, etc.– es una forma perfecta de cerrar el proyecto, porque trata de llevarte hacia su idea principal.

-¿En qué galería sueñas con exponer y qué proyecto fotográfico?

Solo espero poder exponer en espacios en los que dejen libertad y presupuesto suficiente como para poder trasladar mi propuesta al público de la mejor manera posible. El mundo de las galerías es desconocido para mi, puede que en unos años pueda responder a esta pregunta con más datos.

-¿Referentes fotográficos y fuentes de inspiración?

Preguntar por referentes es como preguntar que platos te gusta más comer. Creo que la lista es larguísima y se amplia cada día con muchos nombres. Supongo que las redes nos acercan a muchísima gente que hace cosas creativas y que no necesariamente hacen fotografía.

-¿Nos recomiendas un fotolibro?

Hace unos días me quedé en casa por motivos de salud y tuve tiempo de sentarme y leer el último fotolibro de Roc Herms: «Postcards from Home«. Creo que es un proyecto muy interesante y que desde mi perspectiva no ha tenido el reconocimiento que se merece.

-¿La última expo de foto que has visitado?

Estuve en el Festival de Arles y disfruté mucho de la exposición que comisarió Erik Kessels; Fabulous Failures. Eso por decir una del festival en el que personalmente disfruté mucho este año.

-¿En qué momento dejas la fotografía documental para dedicarte a una fotografía más personal?

Después de varios fracasos en intentar hablar de la vida de gente de otros continentes, con idiomas que no entendía, con situaciones muy complejas y todo eso con apenas 15 días. Esto me llevó a focalizarme en proyectos personales en los que hablo sobre mí mismo desde perspectivas distintas, como por ejemplo mi pueblo natal, mi trastorno de ansiedad, miedos, adicciones y la familia.

-¿Cuándo y por qué decides usar el blanco y negro?

Creo que la técnica es una herramienta para llegar a comunicar lo que quieres. Blanco y negro, color, digital, película, flash…. todo esto esta supeditado a la historia que tratas de trasladar al espectador y a ti mismo.

-Si pudieras coger ahora mismo un avión y elegir un asistente de fotografía, ¿a dónde irías y con quién?Hahahah, que pregunta!!! Colombia es recurrente en mi vida y me iría con una moto de asistente. Hace tiempo que lo quiero hacer y poder conocer el país de una forma distinta a la que estoy acostumbrado.

-Una ciudad, un museo y un festival.

Ciudad: Quibdó, Chocó. Colombia

Museo: Inhotim, Brumadinho. Brazil

Festival: San Pacho, Quibdó. Colombia

-¿Retos de futuro? 

Muchos proyectos al mismo tiempo y poca capacidad de atención. Me encantan esos primeros días en los que decides empezar un proyecto. En mi mente creo imágenes, intenciones y construyo la base de lo que será el proceso creativo. Me estoy haciendo adicto a esa sensación y al comprarme una libreta para poder volcar cada idea sobre el papel.