La historia no contada de una generación, los límites entre la intimidad y la exposición, la causa-efecto de un desnudo y Chatroulette como medio para comunicar. LLuís Garau se considera creador que no actor y después de estar de gira por Europa, regresa a Barcelona, a Can Felipa con su pieza ‘La Carn’. Una pieza performativa de carácter vanguardista con claros códigos que responden al contexto cultural y a las vivencias de la generación Z.
Bueno, Lluís, qué alegría después de tantos intentos hayamos podido coincidir para hacer esta entrevista. Lo primero que quiero decir es, Felicidades por el éxito de ‘La Carn’, así, en general. Ahora profundizaremos, pero cuéntame, en esta primera pregunta, ¿cómo lo estás viviendo y cómo crees que la gente lo ha recibido? ¿Ha sido igual en el resto de países donde has estado de gira?
Pues bien, al ser La Carn mi primer proyecto profesional, me lo estoy viviendo como una carrera de fondo. El proceso es largo y muchas veces se puede perder el foco de hacia dónde quiero ir. El proyecto se ha hecho grande con el tiempo y ya contamos con parte de la financiación para culminar toda esta historia con LA PELÍCULA DE LA CARN que se estrenará en 2025.
Es muy curioso porque en general, cuando te embarcas en un proyecto escénico, muchas veces en lo último que se piensa es que el público va a ser el responsable de cerrar el círculo de la historia, con su presencia en la sala y su posterior reflexión. Yo personalmente, es lo que he vivido con más ilusión. Son muchas las personas que me han escrito por privado para decirme que la obra les ha interpelado y conmovido. Soy un artista muy interesado en el presente y en las problemáticas que rodean a mi generación, y es por eso también que creo que La Carn es una obra universal, cualquiera que haya experimentado conocer a alguien anónimo por internet y haya puesto la webcam, sabrá de qué le hablo. En Dublín y en Budapest el público estaba entregadísimo.
Para los que no conozcan aún ‘La Carn’, ¿qué cuenta su historia? Al tener tu misma edad, no sé si es generacional, pero ha sido recordar la etapa de la adolescencia, esas primeras veces, esa búsqueda de respuestas, incluso tu actitud evocaba pubertad, ¿qué es lo que quieres transmitir utilizando la plataforma de chatroulette como medio?
Yo soy del 97 y en plena adolescencia entró un ordenador en mi habitación. Esa inofensiva acción dejaría una huella en mí para el resto de mi vida. Con internet y viviendo en una casa lejos de la ciudad en la isla de Mallorca, eso se convirtió en una ventana al mundo exterior, y así fue, a Internet se lo debo todo. En mi familia nunca se ha respirado un ambiente cultural o literario, y esa fue mi gran justicia social, la igualdad de oportunidades en cuanto al acceso a la cultura. Fue el momento en el que descubrí mi vocación: el cine, mi gran fuente de inspiración. El chatroulette es una herramienta muy poderosa y mi obsesión deriva del poder de la intimidad, poder penetrar en ella y descubrir los deseos más íntimos de los demás.
He visto que en Instagram, estás subiendo foto de las posturas de ‘La Carn’ enseñando tus referencias. Me gustaría Lluís, qué nos hablarás un poco de tu recorrido para saber cómo has desarrollado esta faceta artística, de dónde sale tanto conocimiento sobre arte y de qué forma te apoyas en él para construir tu pieza.
La Carn está llena de referencias artísticas, una de mis facetas como creador, quiero que sea esta, la de homenajear a lo que tanto me ha inspirado de otros artistas y añadirlo a mis piezas de alguna manera. Están, por un lado, los referentes clásicos. El Cristo de Velázquez, El Narciso de Caravaggio, El Sant Sebastián de Guido Reni y El Cristo de Mantegna, con ellos pretendo retratar la construcción iconográfica de la figura masculina e intentar acercarme a lo divino a través de mi cuerpo.
Por otro lado, tenemos los referentes cinematográficos: En el Sótano de Ulrich Seidl, Muerte en Venecia de Luchino Visconti, en ellos aparecen por un lado la intimidad del espacio privado/sótano y por otro, la obsesión por la belleza. También otro referente indiscutible es Czech Hunter productor de pornografía gay que juega con la idea de lo real o lo ficticio, la cámara oculta, el morbo y la narrativa de lo sexual.
Hay algún que otro tema tabú sobre la mesa después de ver tu actuación y no sé qué tiene el desnudo, que cambió el ambiente radicalmente, había intriga, expectación, cuellos alzados y miradas cómplices. ¿Qué supone el desnudo dentro de esta pieza? ¿Es estrictamente necesario? ¿Por qué hacerlo al final y no al principio de la obra?
El desnudo en La Carn era inevitable, conforma la culminación de la construcción del cuerpo masculino. También es inevitable su sexualización, aunque mi propósito principal es mostrar un cuerpo vulnerable y desprotegido. También alejado de toda referencia estética, y que la información sea anatómica y no intelectual.
Dejando de un lado ‘La Carn’, cuéntame Lluís, ¿qué te deparan los próximos meses? Hemos visto que andas muy a tope con TikTok, ya no hablas de arte, tu espíritu mallorquín ha poseído tu cuenta, pero vemos claramente que te gusta hablar y te comunicas sin ningún problema, te imagino completamente haciendo un pódcast o fusionando tu pieza con algo relacionado con TikTok formato live. ¿En qué andas metido o qué tienes en mente?
Jjajja mi TikTok… entre tú y yo, estoy ralladete con este tema. Me gustaría darle la vuelta y llevármelo a mi terreno artístico, pero soy muy patoso y aún no consigo encontrar la manera, por eso de momento me lo tomó muy a risas y hago lo que sé que va a tener muchas visualizaciones! (Lo sé, cutrísimo) Pero en mi defensa diré, que estoy encontrando un posible nicho de público, que podría estar interesado en mis obras y que no se enteraría jamás por otro canal y, en cambio, TikTok me da esa visibilidad.
Estoy ahora mismo, empezando la próxima obra, solamente te puedo adelantar que no quiero estar solo en el escenario. Y que seguramente exploraré más el mundo de los NPC tanto los de videojuego como los de TikTok!
Y para finalizar esta entrevista, para quien no te conozca y quiera saber más de ti, cuál es tu color favorito, dónde quieres vivir de mayor y dame 3 nombres de tus referentes máximos en la vida. Y que no se nos olvide, ¿hay algún bolo más de ‘La Carn’ para quien no haya tenido la suerte de verlo aún?
Mi color fav es el negro, de mayor viviré en Londres y de mayor mayor en La Serra de Tramuntana. Mis referentes máximos: Angélica Liddell, Anne Imhof y Vincent Gallo.
Y sí, llegarán más bolos, Lisboa y Mallorca serán los próximos destinos, y en Barcelona sigo “picant pedra”.