LOS ‘CRUSH’ DE ESTE VERANO

Escondido en la 1a planta del Hotel Sonder en Paseo de Gracia 29, se encuentra Age of Aquarius. Un nuevo restaurante que ofrece, bajo un concepto único, una experiencia de alta cocina 100% plant-based.

Age of Aquarius, también conocida como La Era de Acuario o la Era del Aire, suscita y propone algo diferente, algo que va más allá. Y nosotras, frente a interrogantes, indagamos. 

“Se dice que una de las características de esta era es la de encontrar rasgos comunes en la experiencia de ser humanos. Es una era asociada a la esperanza, la comunicación, la tecnología y la innovación. Actualmente, nos encontramos en medio de una crisis climática, hemos arruinado la sustentabilidad y luchamos por entender cómo interactuar con la Tierra de un modo sostenible. Más allá de las innovaciones tecnológicas, este período exige un mayor sentido de espíritu comunitario y una nueva forma de pensar y trabajar juntos. Acuario tiene mucho que ver con la responsabilidad colectiva, una mejora intelectual y espiritual. De pensar más allá de nosotros mismos y de aquello que nos envuelve directamente. Habla de una época donde será posible solucionar problemas sociales justa y equitativamente.”

Bajo este marco, una propuesta vegana resuena, suma y toma sentido. 

El restaurante sorprende con una carta vegana, compuesta de platos deliciosos, un sushi excepcional y unos cócteles exquisitos. También lo hace el espacio, su interiorismo acogedor pero con un toque psicodélico, y su terraza idílica situada en medio del Eixample.

Dentro de la psicodelia, por supuesto, tiene cabida la fiesta. Por lo que una vez a la semana, cenas, cócteles experimentales y un DJ set se unen para las Aquarian Nights. Un escondite real que sorprende con una experiencia envolvente. Y no os penséis que sorprenderá a los no-veganos porque los propios veganos cortocircuitan. Y si no nos lo contáis después de haber probado los buñuelos de algas, las fried gírgolas (¡muy bestias!) o cualquier hosomaki, uramaki o nigiri de su batería de sushi vegano. Evidentemente, acompañado de una corta, pero maravillosa, carta de vinos naturales. Y de postres, dan la vuelta al marcador, con un delicioso flan (sin huevo evidentemente) absolutamente adictivo y un delicioso pastel de chocolate.

Definitivamente, Age of Aquarius se ha pasado el juego y quiere compartir sus trucos con todxs nosotrxs.

Las margaritas no siempre tienen la misma cantidad de pétalos, así que el resultado de deshojarlas es imprevisible. De la misma forma, visitar Margarita siempre es diferente e imprevisible. Esto se debe a que este pequeño restaurante mediterráneo está situado frente al mar, en Calella de Palafrugell.

Sabido es que el gran azul sorprende cada día con un escenario nuevo. No hay olas que se repitan, todas nacen y desaparecen, todas son nuevas. Las estelas de las barcas y los vuelos de los pájaros cambian a diario y nos brindan escenas nuevas durante las cuatro estaciones del año. Y el clima acompaña a pasar largas horas contemplando.

Frente a este escenario cambiante, la oferta de Margarita es corta pero igual de mediterránea como el paisaje que le envuelve. Su carta está compuesta de productos de temporada, frescos y saludables, combina las delicias ricas y coloridas características de la dieta mediterránea. De hecho, la propia flor de la margarita tiene propiedades digestivas, antiparasitarias, depurativas y diuréticas. Estoy segura que con una propuesta tan fresca y suculenta, basada en productos del huerto y pescado, los efectos son igual de beneficiosos para nuestro cuerpo. 

Margarita es una oda a la dolce vita italiana, trasladada a la costa catalana bajo el lema “la dolça vida mediterrània”. Una celebración eterna del estilo de vida mediterráneo, de sus pequeños pueblos de marineros, de baños en calas rocosas y de largas noches a la fresca. Todo ello, con la única voluntad de compartir los placeres de la vida y los momentos de contemplación. Porque las cosas buenas se hacen esperar.

La historia de Masa es una historia joven y simple. Antonella Tignanelli y Dani Bajc se juntan para dar el pistoletazo de salida el 15 de abril a un nuevo proyecto bajo el nombre de Masa Vins. Un bar de vinos simple, divertido y (absolutamente) necesario ubicado en el barrio de Poble Nou, Barcelona.

Ambos se conocieron poco antes de empezar este proyecto y los dos sintieron que este “barcito” (como le llama Antonella) era lo que le faltaba a su vida y a la vida del pueblo. “Como consumidores estábamos deseando este lugar. Al poquísimo tiempo encontramos un local, pagamos un traspaso y empezamos una pequeña obra; pensamos un nombre al vuelo, dibujamos en el móvil el logo y la tipografía; y rápidamente todo se materializó”, nos comparte ella misma.

El tipo de público tiene que ver mucho con su esencia y viceversa. Masa es muy familiar en todos los sentidos, sin muchas pretensiones, con empleados y clientes que forman una gran familia. A ellos como socios también les representa eso, mucha fluidez, pocos rollos y un sentimiento de familiaridad.

Esta apertura coincide (no por casualidad) en un momento de un auge espectacular de los vinos naturales. Vinos disruptivos y divertidos, vinos funcionan prácticamente como experimentos. Con una puesta en escena divertida, rebelde y desencorsetada que logra que el que disfruta cada copa sintonice con ese mood. Amantes del descubrimiento, del brindar y del compartir, este es (sin lugar a dudas) vuestro lugar.

Por supuesto, los vinos los acompañan de maravillosas tapas, también con mucho sello personal y con una suculenta puesta en escena. Solo hay que ver las aceitunas marinadas y las nueces especiadas para entender que el resto de platos “fuertes” conquistan fuertemente. Spoiler de alguno de ellos: tostada de mejillones escabechados, butifarra con mostaza y encurtidos o tomates con huacatay, albahaca, melocotón y echalotte. ¡Ah! Y qué decir de su arroz con leche…

Como buenos bon vivant, a los dos socios les mola la música y es por ello que ofrecen a los clientes una selección de vinilos para que quien quiera elija la música y le dé play al tocadiscos. Como veis, en Masa la fiesta está asegurada.